El marxismo por su lado, tiene como aporte más importante, su interpretación económica de la historia, conocido como materialismo histórico, es decir, la creencia de que el desarrollo de las fuerzas productivas determina la evolución social, en una frase, la estructura determina la superestructura.
El Marx teórico (y hasta dogmático) que fiel a la tradición positivista y determinista muy popular para su tiempo, se siente obligado y capaz de descubrir las “leyes de la historia”, un mecanismo inseparable que se impone “objetivamente” a la historia humana. Ya ni el hombre ni la sociedad se auto instituyen, sino que las fuerzas determinan, cohesionan y dan sentido, están en otra parte, en otro origen que no es divino, pero tampoco humano. Y resulta entonces que el marxismo, tan defensor de la “humanidad” del hombre y de la integridad de la especie, termina por ignorar prácticamente su existencia, al considerarlo simplemente como una “máquina de la historia” sin capacidad de decisión ni libertad, al imponer un modelo de interpretación de la historia que exige que al capitalismo, sigue el socialismo y a este el comunismo, olvida que la recursividad social puede generar emergencias que evidentemente cambian el curso de la misma historia, haciendo que estos pronósticos fallen.
Visto así, ¿dónde queda el sujeto? Pues desaparece, no hay sujeto, no hay conciencia, no hay autonomía, ya que en su modelo el hombre ya no podrá ponerse en el centro de su propio mundo, ocupar el lugar del yo. Marx quiere la libertad del sujeto, pero a la vez sólo ve el sujeto social, perdiendo la individualidad en el camino.
El método de historia de vida, sería útil para evitar que los teóricos marxistas sigan olvidando el sujeto en busca de la estructura o disolviendo el sujeto, que se nadifica, en la única realidad-estructura. Este método pretende atribuir a la subjetividad un valor del conocimiento. Lo importante acá no es tanto conocer toda la vida del sujeto en sí mismo ya que no es una biografía propiamente dicha, sino, lograr la comprensión de un fenómeno, a través de “su” o “sus” historias de vida.
Marx destaca las relaciones sociales de producción pero en lugar de continuar apreciando la complejidad del conjunto social, pretende explicarlo todo a partir de las relaciones sociales de producción, reduce el complejo social a una sola de sus manifestaciones, la economía, ignorando que otras variables pueden también tener incidencia en el desarrollo histórico (en mayor o menor medida). Por ello, los Neo Marxistas rechazamos el determinismo económico y se hace hincapié en los aspectos psicológicos, sociológicos y culturales; creemos en la reciprocidad entre estructura y superestructura, ya que constituye el proceso dialéctico real. El método biográfico puede aplicarse a una gran diversidad de temas, entre ellos, las estructuras de producción, los valores y los modos de vida, y nos permite por medio del estudio del individuo, una vuelta al sujeto y su aceptación como fuente válida de conocimiento e información. Ello permitiría al pensamiento marxista, considerar además de las fuerzas productivas, las realidades y voluntades humanas como determinantes del desarrollo histórico, sin duda lo alejaría del reduccionismo. ¿Cómo entender al ser humano y su sociedad sin estudiarlos a través de él (ella)? No parece posible.
Verónica I. Medina A.