"La política es el arte de inventar un recurso a cada nuevo recurso de los contrarios, de convertir los reveses en fortuna; de adecuarse al momento presente, sin que la adecuación cueste el sacrificio, o la merma importante del ideal que se persigue..." José Martí

domingo, 10 de abril de 2011

Métodos de investigación cualitativa. Marxismo y método de historia de vida

El método de historia de vida, también llamado método biográfico, toma al sujeto y al individuo como centro mismo del conocimiento y la historia de vida no como técnica, sino como un método adecuado para llegar a ellos. Según este método, el sujeto lleva en sí toda la realidad social vivida, por tanto, al conocer el sujeto se conoce el grupo y la cultura tal como se dan en concreto, de manera subjetiva, vívida.

El marxismo por su lado, tiene como aporte más importante, su interpretación económica de la historia, conocido como materialismo histórico, es decir, la creencia de que el desarrollo de las fuerzas productivas determina la evolución social, en una frase, la estructura determina la superestructura.

El Marx teórico (y hasta dogmático) que fiel a la tradición positivista y determinista muy popular para su tiempo, se siente obligado y capaz de descubrir las “leyes de la historia”, un mecanismo inseparable que se impone “objetivamente” a la historia humana. Ya ni el hombre ni la sociedad se auto instituyen, sino que las fuerzas determinan, cohesionan y dan sentido, están en otra parte, en otro origen que no es divino, pero tampoco humano. Y resulta entonces que el marxismo, tan defensor de la “humanidad” del hombre y de la integridad de la especie, termina por ignorar prácticamente su existencia, al considerarlo simplemente como una “máquina de la historia” sin capacidad de decisión ni libertad, al imponer un modelo de interpretación de la historia que exige que al capitalismo, sigue el socialismo y a este el comunismo, olvida que la recursividad social puede generar emergencias que evidentemente cambian el curso de la misma historia, haciendo que estos pronósticos fallen.

Visto así, ¿dónde queda el sujeto? Pues desaparece, no hay sujeto, no hay conciencia, no hay autonomía, ya que en su modelo el hombre ya no podrá ponerse en el centro de su propio mundo, ocupar el lugar del yo. Marx quiere la libertad del sujeto, pero a la vez sólo ve el sujeto social, perdiendo la individualidad en el camino.

El método de historia de vida, sería útil para evitar que los teóricos marxistas sigan olvidando el sujeto en busca de la estructura o disolviendo el sujeto, que se nadifica, en la única realidad-estructura. Este método pretende atribuir a la subjetividad un valor del conocimiento. Lo importante acá no es tanto conocer toda la vida del sujeto en sí mismo ya que no es una biografía propiamente dicha, sino, lograr la comprensión de un fenómeno, a través de “su” o “sus” historias de vida.

Marx destaca las relaciones sociales de producción pero en lugar de continuar apreciando la complejidad del conjunto social, pretende explicarlo todo a partir de las relaciones sociales de producción, reduce el complejo social a una sola de sus manifestaciones, la economía, ignorando que otras variables pueden también tener incidencia en el desarrollo histórico (en mayor o menor medida). Por ello, los Neo Marxistas rechazamos el determinismo económico y se hace hincapié en los aspectos psicológicos, sociológicos y culturales; creemos en la reciprocidad entre estructura y superestructura, ya que constituye el proceso dialéctico real. El método biográfico puede aplicarse a una gran diversidad de temas, entre ellos, las estructuras de producción, los valores y los modos de vida, y nos permite por medio del estudio del individuo, una vuelta al sujeto y su aceptación como fuente válida de conocimiento e información. Ello permitiría al pensamiento marxista, considerar además de las fuerzas productivas, las realidades y voluntades humanas como determinantes del desarrollo histórico, sin duda lo alejaría del reduccionismo. ¿Cómo entender al ser humano y su sociedad sin estudiarlos a través de él (ella)? No parece posible.

Verónica I. Medina A.

Métodos de investigación cualitativa. De la entrevista cuantitativa y cualitativa

Uno de los asuntos que quizá roba más atención en las ciencias sociales, y entre ellas, claro está, la ciencia política, es la dificultad de conciliar dos de los objetivos que se aceptan como propios de nuestra disciplina, es decir, dar cuenta de la realidad social, lo que implica comprenderla en toda su complejidad y; hacer inferencias generalizables. Ambos objetivos han sido arropados por dos maneras diferentes (aunque ambas válidas) de abordar los fenómenos sociales, los llamados enfoques cuantitativo y cualitativo. Cada uno de estos enfoques, a opinión personal, parece privilegiar uno de estos dos objetivos: los métodos cualitativos privilegian el objetivo de dar cuenta de la complejidad social, mientras que los cuantitativos parecen preocuparse más por el carácter general de sus explicaciones (lo cual no significa que excluyan completamente el otro objetivo).

Ante esta situación, una de las críticas que se le suelen hacer a los abordajes cuantitativos, desde el enfoque cualitativo, es su propensión a servirse de, más que comunicarse con, los sujetos de estudio. El argumento es que las encuestas utilizan a los individuos para extraer de ellos información que luego es analizada sin que haya ningún tipo de devolución a quienes dieron origen a los datos. Se dice además, que la entrevista es tan artificial (ya que uno se limita a preguntar y el otro a responder) que es posible cuestionar fuertemente la validez de los datos así obtenidos.

En cambio, los métodos cualitativos parecen encontrar una de sus principales fuentes de legitimación en el hecho de que permiten una comunicación más horizontal, más igualitaria, entre el investigador y los sujetos investigados. Como por ejemplo, las entrevistas a profundidad y las historias de vida que permiten un acercamiento más natural a los sujetos.

Sin embargo, el paradigma dominante en la ciencia política ha sido el cuantitativo, y por tanto se ha impuesto la entrevista cerrada, que privilegia la eficacia, practicidad y control de la información, lo que muchas veces lleva a que se le atribuya a una persona o grupo social características que no le corresponden y que no son propias de la situación de la entrevista. Así entonces, ante la necesidad de comprender los cada vez más complejos fenómenos políticos, la ciencia política debe revisarse y actualizarse, aceptando como válidos los instrumentos cualitativos, y haciendo de la entrevista un verdadero canal de comunicación investigador/investigado, de suguro los resultados serán más prósperos; y también entendiendo que cuantitativo/cualitativo no son enfoques excluyentes entre sí.

Verónica I. Medina A.

Métodos de investigación cualitativa. ¿Es la generalización vital para la validez de la ciencia?

¿ES LA GENERALIZACIÓN VITAL PARA LA VALIDEZ DE LA CIENCIA?

La respuesta a esta pregunta necesariamente varía de acuerdo a quienes se dirija. Los defensores del enfoque cuantitativo responderán: ¡Claro! Sin generalización no podemos hablar de ciencia, ya que uno de sus principales y ¡deseables! objetivos es la inferencia generalizable. Por su parte, los cualitativos dirán: No es vital, es seguro que hay cierto margen para la transferencia de resultados entre diferentes contextos, pero esto dependerá de la similitud entre los mismos. En este sentido, uno privilegia la generalización, y otro no parece tomarlo como punto esencial.

Si tomamos en cuenta que la validez se refiere, al grado o nivel en que los resultados de una investigación reflejan una imagen clara y representativa de una realidad o situación dada, es decir, a la medida en que los resultados de la investigación son verdaderos al contrastarlos con la realidad, nos daremos cuenta que la cuestión conlleva algo más de fondo, ¿qué es la “verdad” para el enfoque cuantitativo y cualitativo?

El primero, parece creer en la existencia de una “verdad objetiva”, independiente de todo contexto y tiempo, es decir, que es válida para todos y en todo momento, es por ello que la generalización de los resultados es para ellos cuestión central. Los cualitativos por su lado, rechazan la noción de una verdad objetiva, consideran que nada es verdadero en sí mismo, sino que siempre depende de a quiénes y cuándo se aplique, en este sentido consideran que las verdades no son inmutables, sino que están en constante desarrollo, evolución y cambio, y, que la percepción de las personas sobre ellas es vital; por lo tanto, la generalización o transferibilidad de los resultados no es algo esencial para ellos, su interés está más en la complejidad del fenómeno.

A raíz de esto, con frecuencia se dice que, el enfoque cuantitativo es fuerte en validez externa y débil en validez interna, ya que nunca se sabe si se midió lo que se quería medir, pero sus resultados son altamente generalizables. El enfoque cualitativo por el contrario, posee una fuerte validez interna y una débil validez externa, ya que sus resultados son muy consonantes con la realidad estudiada, pero poco exportable a otros contextos.

Como diría Dieter Nohlen, “cuando uno plantea una pregunta no siempre es importante recibir una respuesta. Los cuestionamientos pueden también impulsar reflexiones”. La pregunta del título de este ensayo se entiende como una invitación a tales reflexiones.

Verónica I. Medina A.

Métodos de investigación cualitativa. Relación entre método investigación acción-participante y proyecto de LEU 2010

Si partimos de un diagnóstico autocrítico de la realidad de la participación de los ciudadanos, parece evidente que las instituciones locales y los movimientos sociales disponen a día de hoy de un escaso margen de maniobra para transformar el mundo. Ante esto, es necesario reflexionar sobre medios viables de participación y la necesidad de programas y políticas públicas que la refuercen y promuevan.

En esta línea, el método investigación-acción-participante consiste, según Murcia, en, diversos esfuerzos por desarrollar enfoques investigativos que impliquen la participación de las personas que hayan de ser beneficiarias de la investigación y de aquellos con quienes ha de hacerse el diseño, la recolección y la interpretación de la información. Este método goza de dos vertientes, una que tiene por fin el mantenimiento de las estructuras sociales dadas o el status quo (investigación-acción-reproductora), y otra encaminada hacia la transformación radical de éstas.

En el marco de esta última, parece estar inmerso el Proyecto de Ley de Educación Universitaria (LEU), aprobado por la ya extinta Asamblea Nacional. Esta ley tenía por objeto derogar la Ley de Universidades promulgada en septiembre de 1970, y por tanto, hacer una transformación radical del sistema de educación universitaria, ante el recurrente reclamo de sectores afectos al gobierno, de que la revolución no termina de calar pues no se ha modificado el sistema educativo nacional. En este contexto, el gobierno nacional hace esta propuesta de LEU.

En el art. 6 de esta ley se establece que los procesos fundamentales de educación universitaria se alcanzan mediante; la formación integral, la creación intelectual y la interacción con las comunidades. Sosteniendo además que estos son procesos dinámicos, interrelacionados y construidos desde un concepto de totalidad. De igual manera, en el Art. 47 (en algunas art. 51) se dice que “La interacción con las comunidades refiere a la relación dialéctica de la universidad con las clases y sectores sociales… en la orientación de construir y consolidar con el pueblo y junto al pueblo, el poder popular”. El fin de la ley se expresa claramente en la definición de la educación universitaria, específicamente en el Art. 3, nº 4, como, “Una estrategia organizada para explorar, estimular y desarrollar el pensamiento transformador, mediante la aplicación de diversas formas de creación, recreación y transferencia de conocimientos en el marco del diálogo de saberes, valores, actitudes, habilidades, destrezas, normas, reglas, hábitos, creencias, prácticas morales, tradiciones, formas de conducta, de interpretar, investigar, ver y actuar; orientado hacia la construcción del bien colectivo”. Este ideal, marcará el sentido de toda la ley.

Así las cosas, según este método y la LEU, se afirma que el objeto del proceso investigativo, así como el objeto del proceso educativo, deberá ser la liberación de las potencialidades creadoras de los individuos y la movilización de recursos humanos para la solución de los problemas sociales, ya que consideran que nadie conoce mejor sus realidades que los mismos que las experimentan. De este modo, la LEU buscaba crear un perfil de profesional vinculado a las realidades y problemas sociales, mediante la interacción constante con las comunidades, bajo relaciones horizontales de poder, es decir, mediante el método investigación-acción-participante, transformador.

Aunque, si nadie conoce mejor sus realidades que el que las experimenta, ¿cómo dejar sin participación a las comunidades universitarias para el debate de la ley? Irónico

Verónica I. Medina A.

Métodos de investigación cualitativa. Las disyuntivas del método etnográfico en la actualidad

El método etnográfico es considerado como uno de los más antiguos y relevantes dentro de la investigación cualitativa y, si bien su efectividad no tiene que demostrarse en ciencias como la antropología, en otras ciencias sociales, entre ellas la ciencia política, el método etnográfico no ha sido muy utilizado por considerarlo poco pertinente y poco científico.

La investigación etnográfica se entiende, según Miguel Martínez, como aquella que trata de describir e interpretar las modalidades de vida de los grupos de personas habituadas a vivir juntas, apoyándose en la convicción de que las tradiciones, roles, valores y normas del ambiente en que se vive se van internalizando poco a poco y generan regularidades que pueden explicar la conducta individual y de grupo en forma adecuada.

Pero en la actualidad, debido al imparable desarrollo de la globalización, se observa una disminución de la identidad cultural de los pueblos, ello porque, la globalización no incluye sólo el aspecto económico, sino también el social, ideológico y cultural. La cultura popular ha sido absorbida por los gigantescos medios audiovisuales que con métodos de producción industrial han cambiado historias, tradiciones, fiestas y personajes e inventado muchos otros a partir de nuevos elementos. Y, en la medida en que los medios se vuelven cada vez más omnipresentes en la vida cotidiana de los habitantes del planeta, es esa la cultura que permea y se va volviendo dominante conforme pasa el tiempo y aumenta, y se consolida la exposición de sus productos: la cultura de masas, cultura industrial de la modernidad. De este modo, la persona sin darse cuenta se ve inmersa en unos modos de vivir que no ha buscado y que son el producto de la voluntad de grupos supranacionales y culturales que actúan con vistas a sus exclusivos intereses de lucro y de poder, produciendo la enajenación del hombre y sus cosmovisiones.

Ante este creciente proceso de transculturización, el método etnográfico juega un papel cada vez más difícil, pero notablemente importante, y es el de develar esta serie de cambios que se están produciendo progresivamente en la cultura y forma de desenvolverse de los pueblos. En la sociedad moderna, una empresa, un gremio obrero, un club social, etc., son unidades sociales que pueden ser estudiadas etnográficamente; así como diversos grupos sociales que aunque no estén integrados, comparten o se guían por formas de vida y situación que los hacen semejantes. Por ello, no debemos cerrar la posibilidad de utilización del método etnográfico en ciencia política.

Verónica I. Medina A.